martes, 24 de mayo de 2016

20/01/16 - Toma de contacto con un mundo fascinante

Nuestro primer día de clase se convierte en el mejor de la semana, a modo de retrospectiva, en unos minutos nos vemos rodeados de “cachivaches” que tan sólo había visto en películas hasta ese momento. Todo un fascinante mundo cuya única meta es la búsqueda de la expresión del movimiento que nos rodea.


Según nos cuenta Ana Mampaso, guía de descubrimiento y profesora , la asignatura completa girará en torno al mundo audiovisual, desde sus inicios hasta la actualidad. Y de cómo aplicar todo esto en nuestra futura labor docente.


Iniciamos esta primera sesión con un debate sobre algunos temas que rodean a la cultura audiovisual como son:
La influencia cultural en la creación o el impacto de la publicidad en lo jóvenes y el uso ético de los medios. Al tocar este último tema, se abre un debate sobre los límites de las grabaciones en vídeo, de cómo en muchos centros se impide la grabación de los menores mientras, más allá, en zonas videovigiladas como estadios de fútbol, el metro, o zonas turísticas, somos continuamente registrados sin ningún filtro. En relación a este tema, cabe plantearse si, quizá ese límite imaginario que nos estemos marcando todos nosotros esté en nuestro propio beneficio y nuestra seguridad.
Gran Hermano. Fuente: http://www.diariosur.es/noticias/201509/10/media/cortadas/gran-hermano--575x323.jpg
Tras esta interesante discusión finalizamos la clase entrado en contacto con algunos de los objetos que, como veremos más adelante serán el centro de las próximas sesiones. Estos artefactos son: el praxinoscopio y el taumatropo.


De derecha a izquierda: 
1.Praxinoscopio, Fuente: http://www.victorian-cinema.net/praxinoscope.jpg
2.Taumatropo. Fuente: http://blog.cosasmolonas.com/wp-content/uploads/2012/11/tauma002.jpg

Como trabajo fuera del aula, se nos propone el visionado de la película “Cien niños esperando un tren” de Ignacio Argüero de 1895.




La cinta, narra a modo de documental la experiencia de la profesora, Alicia Vega, que por medio de unos talleres destinados a niños de un pequeño pueblo de Chile, intenta acercarles la experiencia del cine, que se les antoja muy lejana a muchos de ellos.
Me llamó mucho la atención cómo en un contexto tan limitado, una mínima chispa motivacional hace que la capacidad de los niños se dispare. Así como ver, cómo, niños que tienen una vida tan difícil disfrutan de una experiencia tan avanzada para su entorno.
Bajo todo este contexto también llamó mi atención el hecho de que los niños narran con total natural la dura realidad que les rodea. Más adelante, leyendo sobre este largometraje yo misma descubriría que en ese momento la población se encontraba bajo un régimen de dictadura.

Investigando un poco sobre el tema, he descubierto que la profesora que aparece en el documental aún sigue en activo ofreciendo talleres, ahora para educadores, sobre cine. El último de ellos impartido el pasado Octubre de 2015.


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